¡La Macarena bendita! -dijo el padre hablando rápidamente-,
¡eseamigotuyo solosirve pa aserejé!
¡Hereje vas a ser! -siguió ya más tranquilo-, ¡A Dios le pido que te comportes!
¿acaso no sabes que la Copa de vida solo la beben los siervos del Señor?
¡Le tienes el corazón partío a tu pobre madre!
¡Le dije que no te permitiera escuchar canciones de música ligera!
¡Música sacra tenías que haber escuchado! ¡Santa Lucía ayúdale!
¡Serás el matador de tu pobre madre!
¡Pobre, pobre tu madre! -dijo alejándose despacito del lugar