Viento sagrado que acaricias mi alma
que triste y melancólica se encuentra,
pues el dolor por amor se concentra
en un gran vacío que nada calma.
Dame suave caricia con tu palma,
socorre al penoso ser que se adentra
a la noche sin luna que se encuentra
en lo más profundo de mi rota alma.
Alegre viento de sedosa brisa,
ayuda a mi ser a salir avante
y dejar de olvidar lo que es la risa.
Con tu ayuda sé que saldré triunfante
mas te necesito ¡oh viento! deprisa,
para curar mi corazón penante.
Pues ahora sí, un soneto en todo sentido de la palabra. De nuevo tuve que seguir el tema del amor (o desamor en este caso) porque salgo más «fácil». Como siempre, espero que les agrade.
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