Siempre he amado ese monologo desde la primera vez que lo leí, había una musicalidad y una profundidad que no había visto jamás en un discurso (bueno, un soliloquio). Lo he leído una y otra vez e incluso lo use como una pequeña base para un poema que hice pero jamás lo había analizado como un poema porque jamás lo consideré como uno.
Ahora que soy más vie… sabio y con más experiencia en la métrica, lo analicé como poema y pues nada, durante años tenía un diamante hermoso que solo le veía una parte de su belleza. Décimas octosílabas cargadas de sentimiento y hermosura. No cabe duda que Calderón de la Barca en este parte de La vida es sueño demuestra aquí todo el potencial que el hermoso castellano puede lograr en un poema.
Para los que jamás lo habían leído:
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Simplemente increíble.