Dejo de lado por hoy la novela (a la cual debo cambiarle el título), para desear un feliz cumpleaños a mi hermana.
Hoy ya estás más vieja,
mas no tienes alma añeja,
aún conservas la ternura de la niñez,
y seguirás así hasta la vejez,
tantas cosas hemos pasado,
algunas nos hemos olvidado,
sin embargo nuestros lazos inexorables,
nuestros lazos entrañables,
no serán corroídos por el olvido,
pues por todo lo vivido,
tu eres y serás mi hermana,
hoy, ayer y mañana.